Café Tacvba Llama A Sus Fans A Fortalecer La Cultura De La Paz
Tras 23 años de su única presentación en Festival Quimera, Café Tacvba regresó para romper récord de asistencia con 22 mil personas reunidas para ver su espectáculo musical.
Las más de 12 horas que esperaron
algunos fans afuera del Ex Recinto Ferial de Metepec para ver a una de
las agrupaciones musicales más importantes de América Latina valieron la
pena cuando Rubén Albarrán lanzó el grito de guerra.
“¡Qué siga el taconazo!”, gritó al
momento que los acordes de “Fin de la infancia” comenzaron a sonar para
la emotiva presentación de Café Tacvba en Metepec.
Vestidos con sus trajes norteños
fluorescentes, Rubén, Meme, Joselo y Quique hicieron del escenario una
pista de baile para encender al público que estaba ansioso por escuchar a
los ganadores de los mùltiples premios Grammy y Grammy Latino.
Los tacvbos ofrecieron una
muestra de su trayectoria que supera 26 años, en un espectáculo de 21
canciones interpretadas en más de hora y media.
Con su característica energía arriba del
escenario, Rubén alzaba los brazos, brincaba e invitaba a sus fans a
participar en las canciones: “Deseamos que esta noche se la pasen muy
chido y que canten y bailen mucho. Que saquen todas sus preocupaciones,
sus miedos, sus ansiedades cantando y bailando con la banda y
compartiendo este domingo con nosotros”.
Tras escuchar “Ingrata” y “Las persianas”, el público disfrutó de “Cómo te extraño” y “Las flores”.
“Muchas gracias muchachos, desde aquí se
ve como un caminito de muchas florecitas, un campito de muchos
colores”, dijo Rubén al ver la estampa que ofrecía el lugar con un
público entregado a la banda mexicana.
Luego de despojarse de los trajes
norteños, el grupo originario de Ciudad Satélite, Naucalpan,
ofreciò canciones de sus primeros años de carrera artística.
“¿Qué les parecen un par de viejitas
pero bonitas?”, dijo Rubén para dar paso a “Las batallas”, “Rarotonga” y
“La locomotora”, incluidas en el disco homónimo de la banda.
Ajustado en su traje rojo y camisa
blanca, Rubén aceptó que el grupo necesitaba algunas canciones nuevas y
que estaban trabajando en nuevo material discográfico.
“Olita de mar”, “Cero y uno” y “Volver a comenzar” sirvieron como preludio para “Déjate caer”, canción que dedicó el tacvbo
a las personas que ya no están en este mundo: “La siguiente rola es
para que nuestros amigos y parientes que iniciaron el camino hacia las
estrellas…, para nosotros que sin saberlo también estamos por cruzar la
frontera y que vamos en este camino hacia las estrellas, para que nos
reciba nuestra madre cósmica”.
La coreografía de la canción, la cual es
un cover que la banda hizo de la agrupación chilena Los Tres,
estremeció al público y convirtió el momento en uno de los más
emblemáticos de la noche.
Característicos por sumar su voz a las
causas sociales de México, Rubén aprovechó la noche para recordar a los
43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y se solidarizó con sus
familias.
El espectáculo continuó con la coloquial
“Chilanga banda” y, tras varios “papara papa eueo” que había lanzado la
gente, el Ex Recinto Ferial se convirtió en un gran salón con varias
parejas bailando y, aunque la música iba llegando al último compás, se
escuchó al unísono: “Yo que era un solitario bailando, me quedé sin
hablar, mientras tú me fuiste demostrando que el amor es bailar”.
Aprovechando el entorno de consciencia
social creado en el concierto, Rubén también pidió a sus fans hacer el
cambio desde ellos mismos: “Es muy fácil apuntar el dedo hacia
políticos, clase corporativa y mafias cuando todo va mal. Las mafias
salen de nosotros mismos, y si nosotros no cambiamos, si nosotros no
somos conscientes, esa violencia no va a parar”.
“Chica banda” y “El puñal y el corazón”
parecían ser el cierre de la noche, aunque tras el “oe, oe, oe, oe,
café, café” del público, la banda regresó con Meme en el micrófono para
interpretar “Eres”.
“Eres lo que más quiero en este mundo,
eso eres…”, coreó el público con la pieza que obtuvo el Premio Grammy
Latino en 2004 como Mejor Canción de Rock.
En un constante juego de palabras
aludiendo al albur característico de los mexicanos, Rubén pidió al
público cantar más fuerte para que se escuchara más sabroso.
“¿Todavía siguen aquí?, ¿quieren más
golosos? Me parece muy bien, golosos y gozosos”, dijo para dar paso a
“Medio día”, “Bar Tacvba” y “El espacio”.
Antes de tocar “El metro”, canción que se desprende de su álbum Re, considerado su mejor material de estudio y uno de los diez mejores discos de la historia por la revista Rolling Stone, Rubén agradeció a los asistentes por la noche de Quimera.
“Muchachos, deseamos que tengan un buen
regreso a casa, que se vayan con cuidado, somos una familia, una cultura
de paz”, dijo antes de cantar la última canción.
Con los brazos levantados en señal de
agradecimiento, Rubén regaló una larga sonrisa al público para
despedirse y abandonó el escenario junto con sus compañeros.
El “oe, oe, oe, oe, café, café” del
público se volvió a escuchar para sellar la noche de Quimera 2015, la
cual tuvo un saldo blanco.